La leyenda de la mujer que reinó después de muerta.
Para muchos historiadores, Inés de Castro fue una mujer hábil e intrigante, movida por la ambición y en cuyo entorno se urdieron intrigas políticas e intereses palaciegos. Para poetas y dramaturgos, una dama bellísima que vivió una de las pasiones más arrebatadas de la historia. Su figura sigue rodeada de misterio y su leyenda sigue fascinando. María Pilar Queralt narra con viveza y agilidad la historia de un amor que venció a la muerte, la vida de una mujer que vivió con pasión la amistad, la fortuna y la desventura, la leyenda de una mujer que reinó después de muerta.
Respetando la veracidad histórica, el relato se enmarca en pleno Siglo de Oro, cuando un enigmático personaje relata la historia de Inés a Lope de Vega y Luís Vélez de Guevara. De este modo, la autora n0s conduce a dos períodos históricos igualmente fascinantes: el siglo XVII, e el que brillantes poetas y dramaturgos se entrecruzan por las calles, plazas y mesones del Madrid de los Austrias, y el legendario siglo XIV, con sus juglares, bailes, justas y torneos.
Ha publicado diversas obras, entre las que destacan el libro de relatos Cita en azul, el ensayo Madres e hijas en la historia y la novela histórica Los espejos de Fernando VII.
María de Pilar Queralt en la plaza del Obradoiro
La novela “Inés de Castro”, la mujer de origen gallego que reinó en Portugal después de muerta, está entre los 10 libros más vendidos de no ficción en Portugal. María del Pilar, es miembro del Conselho Geral de la Fundaçao Inés de Castro, con sede en Coimbra (Portugal).
Fundación Inés de Castro (Coimbra)
ENTREVISTAS
La Voz de Galicia: Concha Pino
Titular: “La leyenda de Inés de Castro es tan hermosa que me pudo”
Historiadora especializada en iconografía, editora y documentalista, Pilar Queralt empezó este libro con el propósito de desvelar la verdad sobre Inés de Castro, pero reconoce que la leyenda es tan hermosa “que me pudo, me rendí ante ella”. La mujer que reinó en Portugal después de muerta, porque el rey Pedro I El Justiciero aseguró que se había casado con la que todos conocían como su amante, se convirtió en un personaje de leyenda.
-¿Fue una intrigante o una seductora?
-Creo que tenía un carisma excepcional, un poder de seducción que quizá desarrolló para aprender a vivir, dado que desde los 10 años vivió lejos de su familia. Y fue un instrumento en manos de sus hermanos, del poder de la facción de los Castro en la corte de Castilla –su otra hermana, Juana, se casó, aunque duró poco, con Pedro el Cruel-, y su afán por medrar en la de Portugal.
-¿Se identificaba con su origen gallego?
-Creo que sí, Nació en A Limia y aunque se cría en Castilla siempre se consideró una Castro. Pero donde la reivindican es en Portugal, que fue donde transcurrió su vida, digamos pública.
-¿Cómo explica la proyección de Inés de Castro a través de los siglos?
-Su historia es realmente fascinante. La primera referencia es de Camoens, que la cita en unos versos maravillosos. Luego protagoniza la primera tragedia del teatro portugués, está en la literatura española del XVII, en la francesa, en una ópera italiana, en pintura y en el cine. El quid está en su historia de amor.
-¿Era de verdad bella?
-Todo indica que sí, La llamaban colho da garça, por la esbeltad de su cuello.
Y bella la esculpieron en su sepulcro, encarado al de su esposo por deseo de él, una joya del gótico portugués.
El Correo Gallego: Xurxo Fernández
La Rosa de los Vientos
Titular: De mitos, reinos y leyendas
La memoria colectiva suele exhumar la existencia de reinos singulares, generalmente imaginarios: la Ínsula Barataria de Sancho, la mistica Ciudad de Dios de Agustín de Hipona, la exigua nación de Juan Sin Tierra, la Atlántida contada por Platón o el imperio perdido de Rómulo, el césar druídico que protagoniza La última legión de Valerio Máximo Manfredi.
Si hay países tan imprecisos, hay asimismo gobernantes reales pero insólitos, cuya existencia cimenta las leyendas más entusiastas. Uno de ellos sería Arturo, no tan valioso por sí mismo como por los méritos de quienes lo acompañaron a su Mesa: Galahad, Perceval el Galés o el formidable Lanzarote del Lago, reconocido universalmente como el mejor de los caballeros; no por sus muchas y gloriosas gestas, sino por su inagotable capacidad de amar.
De nuestro país era Inés de Castro. Nacida en A Limia en 1320, hija de Pedro Fernández de Castro, se crió en casa de uno de los inventores del idioma castellano: Don Juan Manuel, el de El Conde Lucanor. Una hija del hombre de letras, Constanza, prima de Inés, había de casarse con el heredero de Alfonso IV, el que será Pedro I de Portugal. En su viaje a la corte lusa irá la De Castro como dama de compañía. Y ya en las presentaciones, saltan chispas entre el fogoso príncipe y la hermosa limiana. Mantiene a Constanza como esposa oficial, pero llega atener cuatro hijos con Inés. Ante un claro problema de sucesión, el rey Alfonso decide cortar por lo sano, asesinando a la amante. Años más tarde, en 1360, y ya cetro en mano, Pedro, como desagravio, desenterrará a Inés, exhibiéndola públicamente como la verdadera reina.
Pilar Queralt elimina de la historia y/o leyenda de Inés de Castro los elementos menos creíbles
Pilar Queralt es la última de una larga lista -Garcilaso, Camoens, Lope, Vélez de Guevara, Madame de Genlis- que ha notariado a este personaje. Lo hace en Inés de Castro. La leyenda de la mujer que reinó después de muerta (en Martínez Roca). Usa un magistral truco: colocar la narración en la voz de un misterioso personaje al que escuchan, en una taberna madrileña, Lope y Guevara. No se pierdan, pues, este lúcido biopic
María Pilar Queralt y yo
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