lunes, 23 de octubre de 2006

Maurilio de Miguel, El Enigma Picasso

Miércoles, 18 de octubre de 2006
Barcelona – París, un misterioso pañuelo y un joven que soñaba con ser pintor




A finales del siglo XIX, Barcelona es el escenario clave para el despertar de un estudiante de Bellas Ares que llegará a convertirse en uno de los creadores más importantes de la historia: Pablo Ruiz Picasso. A través de sus ojos, conoceremos los ambientes más sórdidos del barrio chino y la emblemática taberna Els Quatre Gats, lugar de cita de la vanguardia artística del momento. En una de sus incursiones por los bajos fondos de la Ciudad Condal, una prostituta le entregará un enigmático pañuelo bordado con los nombres de grandes personajes. Una prenda que parece tener efecto talismán para quien la posee.
Cuando Picasso se traslada a París, se implica de lleno en la bohemia de Montmartre: el Moulin Rouge con sus vedettes de cancán, el cabaré Lapin Agile, las orgías, la sífilis, el hambre, el opio, los delirios de poetas como Max Jacob y Apollinaire, la mecenas Gertude Stein, Afred Jarry pistolas en mano y la patafísica…
En esta efervescencia vital el pañuelo revelará sus poderes a Picasso.
Maurilio de Miguel recrea magistralmente los años más locos y creativos de un joven y ambiciosos Picasso, todo ello al hilo de la misteriosa y recurrente presencia del pañuelo, eslabón de una cadena de amor y desamor que involucrará a sus protagonistas hasta las últimas consecuencias, y será definitivo para la realización de obras decisivas del genial pintor, como Las señoritas de Avignon.


La carrera como autor de Maurilio de Miguel (Madrid, 1961) corre paralela a su oficio periodístico, desde que en 1987 se dio a conocer en El País Imaginario, Dunia y Vogue. Luego colaboró con Diario 16, El Independiente y El Mundo, en cuyas páginas sigue firmando opinión, a parte de sus reportajes para Man, Siete Leguas, Ronda Iberia, Travaller, Spanorama y Gala. Su primer libro fue una biografía de Joaquín Sabina (1986), que ha sido reeditada por mr ediciones como Eso será poesía. Sabina antes de Sabina (2005). Ha escrito numerosaos libros de temática musical. Como Supertramp (1990), The Beatles (1993), Marina Rossell (2000) y Gaitas para romper fronteras: conversaciones con Hevia (2004), a los que hay que sumar el coleccionable “La música de la libertad” (2003) y Ellas dan la nota: la aventura de la Plataforma de Mujeres Artistas (2004). En 2003 recibió el Premio Sial de poesía por Geografías Privadas del Sueño (GPS). En 2005 obtuvo el I Premio Periodístico del Ente Nazionale Italiano Per il Turismo.


PRENSA

Faro de Vigo: Carmen Villar
23 de octubre de 2006
Sociedad y Cultura



MAURILIO DE MIGUEL o ESCRITOR Y PERIODISTA



El escritor Maurilio de Miguel presentó en Santiago su última novela, "El enigma Picasso".


"Una vez que superas el salto mortal de la página en blanco, disfrutas"


Maurilio de Miguel, periodista que ya se adentró en el pasado con buenos, y en algún caso, premiados, resultados en poesía y ensayo, se atreve ahora con la novela. "El enigma Picasso", en la que relata los años juveniles del pintor, previos a su éxito, y sus andanzas con un misterioso pañuelo.



- Trabajar antes consistía en esforzarse por ser feliz, dice por ahí. En ese sentido, ¿se considera privilegiado siendo escritor?



- Se supone que haces algo que te gusta, te esfuerzas y, una vez que te acostumbras a superar el salto mortal de la página en blanco, entonces empiezas a disfrutar. Pero claro, el disfrute es la medida exacta que queda entre el nerviosismo necesario y la excitación y el oficio. Y eso yo lo he acusado bastante porque he tenido que desaprender a escribir siendo periodista para aprender a escribir siendo novelista.



- Picasso, dice, se sentía llamado a los más altos destinos... ¿Y usted?



- Lo de escribir novelas es una especie de cuenta pendiente que tienes y de reto que te planteas. Me apetecía medirme las espaldas con la novela. Sí es cierto que aproveché unas efemérides porque estamos en un país de efemérides y necrológicas y, en el caso de Picasso, me interesaba buscarle los pies de barro, perderle el respeto un poco. Porque hay poco cine y literatura hecho sobre él en España. Hay una especie de respeto hacia él. No se juega con él igual que él jugó con el arte, con la vida y con todo. Y con todas.



- ¿Y había que incluir un enigma?



- Son un poco las reglas del juego. Se trataba de dignificar un poco un género y una serie de términos, como enigma.



- En aquella Barcelona, los intelectuales no estaban bien vistos, parece. Dice que su problema era que sus padres los sobrealimentaban...



- Es la crítica que siempre he hecho, porque me parece que hay una profunda injusticia en ese tipo de privilegios que se conceden a sí mismo los hijos rebeldes del bien comer. Hay que huir del análisis intelectual burgués y trabajar con mentes más puras y menos maleadas. Yo haciendo eso me tiré un año en la cárcel de Alcalá Meco de profesor y encontré mucha desesperación, mucho desengaño y tres o cuatro mentes lúcidas.



- Picasso vivía para su obra. ¿Comparte esa obsesión?



- No, creo que la primera obligación es el oficio de vivir. Sí que hay algo de una vanidad nunca satisfecha en esto, pero no me obsesiona mi obra.



El Correo Gallego: Xurxo Fernández

Lunes 23 de octubre de 2006
La Rosa de los Vientos

Maurilio de Miguel

El conocido periodista ha editado en MR El enigma Picasso. Tan simpática como intrigante, por la novela pasan una serie de personajes reconocibles del submundo barcelonés de fines del XIX y de la bohemia parisina más creativa de todos los tiempos. Alfred Jarry y André Breton tienen en ella papeles destacados. Un pañuelo-talismán con una lista de nombres es el verdadero protagonista. Al final, el lector, que va de sorpresa en sorpresa (desde una lección amatoria capaz de derretir el acero), descubre la singularidad de un determinado cuadro del malagueño. ¡Fantástica!


Xurxo Fernández con Maurilio de Miguel
*
ABC: Evaristo Amado
20/10/2006

Maurilio de Miguel - Periodista y Escritor

“Hemos endiosado a Picasso, le tenemos demasiado respeto”

Una novela transita entre Barcelona y París para reconstruir el período de formación del pintor español más célebre de la contemporaneidad. “El enigma Picasso” aventura nuevas vías de análisis en la conversión de la fuga del pintor al cubismo y descubre sus facetas más ocultas.

“La próxima vez vendré en coche”. Maurilio de Miguel se disculpa del retraso – problemas con su vuelo- y no muestra ningún signo de cansancio durante la prolongada rueda de entrevistas a las que está sometido en Santiago. “Estoy encantado, porque he descubierto que la gente está leyendo mi libro. Para mi sorpresa…”, bromea. Tras varios asaltos históricos /”Eso será poesía”. “Sabina antes de Sabina” y “Ellas dan la nota. La aventura de la Plataforma de Mujeres Artistas contra la violencia de género”) y un librito de poesía (“Geografías privadas del sueño), el periodista y escritor ha completado toda una novela de formación inicial y ruptura vanguardista del pintor, desde que se instala en Barcelona en 1885 hasta 1906, cuando impregna un lienzo con una de sus obras más insignes, “Las señoritas de Avignon”.

-¿Cómo se formó el estrato de su libro?

-A la hora de hace el libro respeté escrupulosamente los datos históricos. Trabajé con dos grupos de fuentes. El primero son los enciclopedistas y hagiógrafos (SIC) de Picasso. Otras son fuentes menos ortodoxas, pero más cercanas al escritor: La correspondencia con Apollinairte, o la de su primera pareja en París; y también la tradición oral de ciertos cabarets de Montmartre, cuyos dueños son amigos míos desde hace tiempo. Los abuelos de los actuales propietarios trataron directamente con el pintor y transmitieron un anecdotario riquísimo. El primer grupo de fuentes ha aportado rigor a la novela, mientras que con el segundo he cogido el tono y entresijos de la historia muy vivos.

-¿Qué ha quedado en usted de él tras meses centrado en su historia?

Picasso ha cambiado mi visión de la vida. Lo he humanizado y lo he comprendido, con su carne, sus huesos, sus fobias y sus filias. Desde muchos sectores le tenemos un respeto excesivo. Lo han colocado en un pedestal por encima del bien y del mal. Está como endiosado.

-¿Alguna sorpresa inesperada?

He reparado en la faceta lúdica de su obra. Era un eterno juguetón. Algunas obras que han pasado al “catecismo” del autor tienen componentes que eran meramente lúdicos. Desde luego, me veo obligado a decir que no se le ha hecho justicia sentimental.

-¿Qué cree que aporta su novela al canon picassiano?

Aventura varias teorías sobre su giro al cubismo. Dos circunstancias de su vida tropiezan desde temprano en su formación y cambian su filosofía de vida para marcar su carrera. La primera de ellas es su asistencia muy joven a una autopsia en la que contempla dos cadáveres abiertos en canal. Después están los mil hombres diferentes –un chulo, un miserable, un bruto…- que visitaban a una misma mujer en el Barrio Chino. Las mil maneras de verlos por parte de una prostituta y la manera en que ésta responde a ellos están en el origen del cubismo.

-¿Qué hay de oculto todavía en la vida del pintor?

Él arriesgo mucho, perdió y ganó. Nos falta por saber de su familia, de la relación con su padre y con su hermana. También debemos darle una vuelta de tuerca a su relación con las mujeres. Siempre se le ha presentado como “un castigador”. Sobre este capítulo se han barruntado demasiados juicios de valor simplificadores.

-¿Cómo era el Picasso- hombre?

Siempre le pesó ser un andaluz en Cataluña, un español en París. Arrastraba muchos complejos. En París descubrió un mundo ajeno: deseo, opio, pistolas, mujeres… La Primera Guerra Mundial puso fin a las vanguardias históricas y se quedó sólo. Ahí comenzó su ensimismamiento e introspección.

-Tomando el caso de Velázquez como medida, ¿considera que está gozando del merecido reconocimiento internacional en el 125 aniversario de su nacimiento?

Por supuesto. Él forma parte del canon histórico como el último clásico, el superador del clasicismo. Siempre fue un gran asiduo a la colección clásica del Louvre, incluso en su etapa más bizarra de bohemia parisina. Va más allá de las modas al uso.

-También habla de una ruptura en el modelo de vida…

La novela quiere reivindicar las raíces europeas de un nuevo concepto de juventud, acuñado por las vanguardias históricas y que no existía en la cultura europea. Fue una conquista antropológica que creó una transición entre la niñez y la etapa adulta.

En la actualidad ese modelo ha sido reemplazado por el modelo anglosajón, más visual, de “rock “y “jeans”…

-¿Ha proyectado su propia vida en la del pintor?

Inevitablemente. Recordé mucho mi etapa universitaria con sus debates bizantinos. He aprendido a mar a Picasso a través de otros hombres y mujeres. Incluso he camuflado en la historia a dos de mis amigos para reactualizar al personaje en función de mí mismo.

GALICIA HOXE: Cristina Domínguez
19.10.2006

Maré

Letras “El Enigma Picasso

Descubrir o mozo Picasso

Maurilio de Miguel revive as experiencias do artista a principios do XX

Lonxe de divinizar o artista Pablo Ruiz Picasso, o escritor e xornalista Maurilio de Miguel (Madrid, 1961) presenta en El enigma Picasso as primeiras vivencias dun mozo pintor que intenta sobrevivir entre Barcelona e París. O autor celebra con esta edición o 125 aniversario do nacemento do pintor malagueño a quen retrata entre realidade e ficcion na súa época máis nova.

Un pano convértese no fío condutor desta obra, un trozo de tea no que aparecen inscritos nomes de famosos artistas e que cae en mans de Picasso como agasallo dunha prostituta, posible protagonista da famosa obra Las señoritas de Avignon. Nas primeiras viaxes a París de De Miguel como "músico da rúa cando tiña 20 anos" xéstase esta novela tras ter "unha relación apaixonada, na que se lle entrega un pano" que como "unha especie de xenealoxía do sexo" contén "o nome de Picasso" explica o xornalista. Tras o descubrimento, o interese por Picasso medrou e nunha nova viaxe a París "falei coa bisneta de Toulousse-Lutrec" e "visitei o cabaré de Lapin Agile" onde "coñecín as persoas que lle daban de comer e de beber" e onde colgaba un cadro do pintor no que o protagonista levaba un pano ó pescozo -relata o autor- e foi "entón cando decidín escribir este libro".
Aínda que é unha novela histórica os datos "de calendario foron respectados" pero os diálogos tiven que "dramatizalos" afirma o xornalista. De Miguel no seu labor de documentación sempre apostou "polas fontes directas, testemuñas da xente que coñeceu, dende os que lles puñan as copas ata os diarios da súa primeira parella seria".
El enigma Picasso publicado por Martínez Roca recolle o espírito da eterna mocidade que abandeiraban as vangardas e que levaron o pintor a introducirse na bohemia de Montmartre, as orxías, a sífilis, a fame, o opio e os delirios de poetas como Max Jacob e Apollinaire. Maurilio de Miguel retrata o espírito do pintor que "xogou toda a súa vida" e "se reinventou a si mesmo moitas veces" e co que o autor comparte unha filosofía de vida, xa que Picasso sempre dicía "eu non busco, atopo".

Unha exposición en paralelo

DATOS

Baixo o mesmo nome, El enigma Picasso, estase a desenvolver unha exposición paralela á novela de Maurilio de Miguel. A mostra que compila 50 obras de 15 pintores de tres continentes, Asia, África e Europa, permanece en Cartaxena e ten previsto continuar o seu periplo por Murcia e Sintra, en Portugal, onde terá lugar un encontro cultural hispano-luso, adianta o xornalista. Con esta novela, De Miguel consegue achegar o público a un Picasso moi novo "aínda inocente coas mulleres" que sempre "foi un paleto" tanto en Cataluña como en París e que tiña unha "tenrura inherente". O autor decidiu elixir esa parte da súa vida ó ser máis descoñecida, antes da chegada dos cartos e de converterse nun personaxe público.

Agencia EFE: Juan Rodil
Un misterioso pañuelo marca el hilo conductor de "El enigma Picasso"

                    

EuropaPress: Rosa Ruiz
Maurilio de Miguel fará promoción mañá en Santiago da súa primeira novela, "O enigma de Picasso"



AGN: Axencia Galega de Noticias: Eli Maral
Eli Maral de AGN con Maurilio de Miguel

Francés, María Arias, Maurílio de Miguel y Xurxo Fernández