domingo, 24 de mayo de 2009

Pedro Zarraluki: Un Encargo Difícil, Nicolás Casariego: Cazadores de Luz. Premio Nadal 2005

4 de marzo de 2005

Pedro Zarraluki: Un encargo difícil
Premio Nadal

En Un encargo difícil, dos mujeres nos van a demostrar que hasta en las peores condiciones es posible empezar la vida de nuevo. Porque todo aquello que nos hace felices siempre dependerá más de la integridad de ciertas personas que de las leyes que nos gobiernan.

Sinopsis
Verano de 1940. Leonor, esposa de un alto cargo republicano fusilado al final de la guerra, y su hija Camila son enviadas a un destierro forzoso a la isla de Cabrera. Como única compañía tendrán al matrimonio que atiende una cantina miserable, algún pescador, un ermitaño alemán y un destacamento militar atemorizado por un posible ataque del ejército inglés. Entretanto, en Mallorca, un hombre recibe un encargo de las autoridades que puede redimirle de su turbio pasado. Pedro Zarraluki se sirve de una trama apasionante para convertir esta isla mediterránea en un orbe singular en el que es imprescindible reinventar las reglas y las relaciones para alcanzar la armonía. Una lúcida indagación narrativa que va de la amistad a los pactos de silencio, del desaliento al optimismo.
Una novela magnífica de supervivientes y, al mismo tiempo, un canto a la energía inagotable con que nos reponemos de las desdichas con las que nos castiga la historia.


Pedro Zarraluki nació en Barcelona en 1954. Ha escrito dos libros de relatos, Galería de enormidades y Retrato de familia con catástrofe, y las novelas La noche del tramoyista, El responsable de las ranas, galardonada con el premio El Ojo Crítico. Hotel Astoria, Para amantes y ladrones y La historia del silencio, que se hizo merecedora del premio Herralde de novela. Su obra ha sido traducida a siete idiomas.



Nicolás Casariego: Cazadores de Luz
Finalista Nadal

Cazadores de luz es una novela de intriga y de amor, pero también la sugerente recreación mediante la palabra de un mundo en el que lo visual parece haber triunfado definitivamente.

Sinopsis
Mallick es un amoral vendedor de toda clase de productos, entre ellos él mismo. Su vida ordenada y consagrada a las transacciones comerciales y a la simulación se realterada por el desconocido sentimiento amoroso hacia una mujer aparentemente inalcanzable. Además, en esta ocasión su empresa quiere de él algo más que su trabajo: algo que está en su poder y que ya no es sólo cuestión de riqueza o de posición social, sino de vida o muerte.
Nicolás Casariego urde una trama que parte de un mundo por venir para poner en tela de juicio el rumbo de nuestro presente y nos ofrece el retrato de una realidad imaginaria cuyos valores no distan demasiado de los que rigen en nuestros días. Cazadores de luz es una narración en torno al fingimiento y al poder en una sociedad obsesionada por la imagen y el consumo.


Nicolás Casariego (Madrid 1970) es autor de la novela, Dime cinco cosas que quieres que haga (1998), del libro de relatos La noche de las doscientas estrellas (1999), y del ensayo Héroes y antihéroes en la literatura (2000). Además, ha publicado relatos en varias antologías y periódicos, artículos de viajes para los suplementos de El Mundo y El País, y es coguionista de dos largometrajes.



Pedro Zarraluki y Nicolás Casariego llegaron el día anterior a la promoción acompañados por la jefa de comunicación de Destino, Pilar Lucas. Dimos un paseo por Santiago y visitamos la catedral, guiándolos por el interior desde el Pórtico de la Gloria hasta el pasillo que lleva al sepulcro del Apóstol. Pasamos por detrás del altar mayor hasta el busto del Apóstol, que los escritores abrazaron pidiendo un deseo como dice la tradición. A medida que iban observando el templo, les contaba historias y leyendas que hay alrededor del Santo y de la catedral.
Al salir, los llevé al pub Modus Vivendi que está a poca distancia de la catedral, el pub es un clásico de la ciudad de Santiago, se encuentra en las caballerizas del antiguo palacio de Somoza, Es un lugar muy agradable, de encuentro, de actuaciones y en sus paredes se pueden ver a diario exposiciones de pintura o fotografía.
Hasta allí se acercó Eri, mi hija, que al día siguiente se iba para Madrid invitada por la revista juvenil LoKa a pasar un día en la compañía del grupo de rock holandés Within Temptation.
Rápidamente Eri conectó con Nicolás Casariego que le indicó las zonas donde estaban las tiendas de música que Eri deseaba conocer en Madrid. Gracias, Nicolás, por la atención que tuviste con mi hija.
Al día siguiente en el salón de la biblioteca del Hostal de los Reyes Católicos tuvo lugar el encuentro con los periodistas que yo previamente había citado para entrevistar a los dos escritores.



Pedro Zarraluki, Eri y Nicolás Casariego



ENTREVISTAS

El Correo Gallego: Xurxo Fernández
La Rosa de los Vientos
Titular: La alargada sombra de un galardón

El Premio Nadal posee un enorme prestigio, gracias a que, a lo largo de su andadura, fue recayendo en narradores indispensables. Así en 1947 se le otorgó a Delibes por La sombra del ciprés es alargada; en 1955 se lo llevó Ferlosio –recién estrenado ahora su Cervantes- por El Jarama; incluso, en 1991, fue para Los otros días, de Alfredo Conde y en 1994, para Torrente Ballester por La novela de pepe Ansúrez… Pero en 1968 se le adjudicó a Álvaro Cunqueiro por una obra maestra: Un hombre que se parecía a Orestes, basada en Esquilo:
-Ha llegado un hombre que se parece a Orestes.
-A Orestes sólo se parece Orestes.
-Luego, ha llegado Orestes.
Este año 2005 ha recaído en dos nombres ya indiscutibles de nuestras letras de hoy: Pedro Zarraluki, por Un encargo difícil y Nicolás Casariego, por Cazadores de luz.
Con ellas, el Nadal retoma sus mejores días. En efecto, las dos obras son brillantes, inteligentes, sólidas y de manufactura meditada y coherente.
Las dos describen dos infiernos. Uno, en el pasado, en la posguerra española, en la isla de Cabrera. Otro en el futuro, en un lugar impreciso pero extrañamente reconocible. Uno le debe mucho a Rilke: Pues lo bello no es más que el principio de lo terrible. La otra (no existe un amor razonable), a Adous Huxley, a Franz Kafka.
Las dos son complejas, en tanto en cuanto albergan secretos que el lector habrá de descubrir poco a poco. Pero no dejan de ser en ningún momento de lectura fácil, y tan reflexivas como sorprendentes en sus corolarios. Un cierto cinismo embarga a una y a otra. Por eso, estoy seguro de que alcanzarán el más alto nivel del best-seller.




Faro de Vigo: Carmen Villar
Titular: “Cuando escribo una novela, tiro la toalla todo el rato”

El antiguo anarquista Benito Buroy los franquistas le han hecho “Un encargo difícil”. Tampoco para su autor, Pedro Zarraluki, fue una tarea fácil dar por acabado un libro que ha resultado premiado con el Nadal, aunque no se trata del primer premio que gana este escritor catalán que estuvo ayer en Santiago.
- ¿Es el alma un mar lleno de monstruos?
- No hay nadie totalmente bueno ni totalmente malo. Hay gente que es capaz de dañar para salvarse y gente que prima el bienestar de los que le rodean. Son las dos maneras de funcionar intencionalmente, y es lo que quería analizar en la novela.
- ¿El trabajo del escritor consiste en ver al hombre como “a través de una botella”?
- Sí. El escritor es alguien que intenta no ver dos veces la misma cosa de la misma manera. Todo tiene muchos ángulos de visión y la maravilla de escribir es intentar llevar a la sencillez narrativa esa enorme complejidad que es el punto de vista.
- ¿Es sobrevivir lo esencial?
- Creo que no. Cuando era joven tenía la máxima de que “más vale morir que perder la vida”, que es muy de mayo de 1968, en la que sigo creyendo. Una vida que solo se sostiene en su pura supervivencia no tiene ningún interés.
- ¿La vida es “estar incómodo en algún sitio”?
- Es estarlo en todas partes.
- A veces uno siente tentaciones de tirar la toalla, recuerda. ¿Le ocurrió a usted?
- Si. Cuando escribo una novela, tiro la toalla todo el rato, pero al día siguiente te levantas y dices: “¡Me cago en la leche!, ven para acá, novela, que vas a ver”. Es una pelea constante.
- ¿Fue un “encargo difícil”?
- Sí, a veces la historia parece que se te descompone en las manos, porque es como una relación personal muy intensa en la que siempre fueras metiendo la pata y tuvieras que aprender a reconstruir la relación una vez más. Pero no es un sufrimiento.
- Una novela más en torno a la post-guerra. ¿Era necesario?
- Somos un pueblo muy acomplejado por su pasado. Hay que acabar con ello, asumirlo y superarlo. Yo quería que todos los personajes, de uno y otro bando, fueran personas y no caer en maniqueísmos.
- ¿Importa la memoria?
- La literatura sin la memoria sería imposible. Escribir es regalar recuerdos. Y por eso el que se vicia con la lectura ya no la deja nunca. Porque se acostumbra a recuerdos prestados y una vida sola es bastante pobre…






La Voz de Galicia: Concha Pino
Titular: “Ganador y finalista del Nadal revisan la realidad social con mirada reflexiva”

El autor de “Un encargo difícil” cree en la misión de la literatura de nutrir conciencias.

La promoción conjunta de la novela ganadora del premio Nadal, Un encargo difícil, y de la que quedó de finalista, Cazadores de luz, ha logrado que Pedro Zarraluki y Nicolás Casariego se han hecho amigos “de verdad”, como señaló ayer el segundo de ellos antes de entrar a hablar de las novelas, dos historias distintas y que suceden en tiempos distintos, peor que tienen en común “el plantear una reflexión sobre el mundo en el que vivimos”.
El autor de la novela ganadora del prestigiosos premio, Pedro Zarraluki, sitúa Un encargo difícil en la posguerra española y con la II Guerra Mundial en pleno auge, haciendo confluir en la isla de Cabrera a una mujer y a su hija adolescente, enviadas allí desterradas, con el matrimonio que regenta la única y miserable cantina, un pescador, un ermitaño alemán y un pequeño destacamento militar. En este mundo cerrado, el pequeño colectivo trata de curar sus heridas y salvar su dignidad para lograr una vida normal. “No es más –explica Zarraluki- que una metáfora para contar que la vida es dura, e intentar explicar que la capacidad de luchar para salir adelante es fundamental”.
La de Nicolás Casariego es “una novela futurista, pero con algunos rasgos del presente exagerados, como el consumismo feroz, el interés por la apariencia y la importancia de la transacción comercial casi como una religión”. El protagonista de Cazadores de Luz, Mallick, “es un vendedor obsesionado y amoral, que no es más que un indivíduo esclavizado”.
Uno y otro autor aseguran que no pretenden dar lecciones ni emitir juicios morales, “sino poner en manos del lector el hacerse preguntas. También están de acuerdo en que la literatura ha de despertar la necesidad de pensar. Pedro es más rotundo. Comparte una frase de Susan Sontang (que citó al recibir el Nadal): “Una de las misiones de la literatura es nutrir las conciencias”. Y para él, además, “un ejercicio fundamental del la memoria, para regalar recuerdos”.
Zarraluki, que lleva treinta años escribiendo, aseguró que el Nadal le hizo sentirse responsable, “porque hasta que la crítica habló de esta novela me asustaba poder desprestigiar la historia de este premio, un referente para mí”. Sin embargo no es un neófito en galardones literarios, porque está también en el palmarés del Herralde de novela con La historia del silencio; y ha cosechado, además, los premios Ciudad de Barcelona y El Ojo Crítico.
Casariego, para el que está es su segunda novela, es un prolífico autor de relatos, ensayo y artículos de viajes, además de guionista de cine.

LAS FRASES
“Ya no basta la novela como entretenimiento, porque hoy lo que buscan es desactivarnos el cerebro, y se trata de huir de eso” Pedro Zarraluki, Premio Nadal

“Creo que hay que conseguir atrapar al lector y, si tienes suerte, que reflexione” Nicolas Casariego, Finalista del Nadal


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Galicia Hoxe: Cristina Domínguez
Titular: “Do pasado ó futuro”

Pedro Zarraluki, gañador do Nadal, ensalza o sentimento de volverse levanta en “Un encargo difícil”, obra ambientada na posguerra.

Do sentimento de sair adiante e da visita den enseñeiro de vendas zurdeen as novelas Un encargo difícil de Pedro Zarraluki e Cazadores de luz de Nicolás Casariego, gañadora e finalista do Premio Nadal 2005 respectivamente, obras que presentaron onte en Compostela.
Pasado e futuro danse a man esta vez en épocas moi diferentes, nas que se van debullando dúas tramas apaixoantes, co amor e a supervivencia marcando o ritmo das dúas novelas.
Para Zarraluki, que consideraba o Nadal “unha guía de lectura para min cando empecei a escribir” e wque espera que “siga sendo así”, a súa novela “dunha idea abstracta, de cando todo vén abaixo e somos capaces de levantarnos”.
Arredor da posguerra, nun verán de 1940, illados nun espazo natural como Cabrera, o escritor pon a proba os seus personaxes, que agocha toda a forza da novela. “Todos teñen en común que son uns derrotados” e que persiguen un mesmo obxetivo buscar “a normalidade”.
A pesar de non sentirse identificado con ningún dos protagonistas de Un encargo difícil, gustaríalle sentirse identificado co “espírito da novela” comenta, porque “é un canto á esperanza”. Pero é Felisa, a dona da cantina, á que máis cariño lle ten porque “é moi generosa, sempre está á defensiva e gústame que sexa analfabeta, rosmona e antipática” confesa.

Para Casariego Cazadores de luz” presenta unha atmósfera que podería ser adaptada ó cine.

“Hai dez anos, un vendedor de porta a porta, deume unha tarxeta na que puña enxeñeiro de vendas”, desta situación que viviu Nicolás Casariego xorde a primeira idea para Cazadores de luz. A fantasía do tamén guionista madrileño medrou ata crear “un home obsesionado polo seu traballo” e un mundo futuro cercano no que “O lector se atopase mási próximo e ó mesmo tempo o sorprendera”. Aínda que espera que o futuro non sexa un retrato da súa novela, Casariego, admite que esaxerou un pouco o presente, “como un consumismo feroz ou o universo da imaxe”.
O reto para o autor foi “escribir unha novela, na que o ponderante fora a imaxe” e máis cun protagonista “illado e obsesionado polas vendas” que contradictoriamente “é un cego a cor, sofre de acromatopsia”. O ar cinematográfico da súa novela, vén dado segundo explica ó recrear esta atmósfera visual, na que Casariego emprega as palabras para “crear imaxes moi fortes, aínda que teñen que coas súas limitacións, igual que as imaxes” algo que “poño de manifesto na novela” porque “o noso aparato visual tamén comete erros”. E só o amor será o detonante para descubrir os personaxes.

DATOS
Entre os contos e unha novela
Zarraluki admite ter o corazón dividido “entre un libro de contos e unha novela”, aínda que explica que “sempre tomei unhas vacacións ó acabar unha novela, “porque estou moi impregnado do libro”, comenta o gañador do Herralde por “La historira del silencio”

Novo proxecto, un guión
Cunha idea xa en mente para outra novela, que comezara despois de Saman Santa, Casariego está traballando con relatos e cun novo guión, xa que ademáis de articulista xa ideou varios longametraxes, e admite que “Cazadores de luz” poderíoa ser adaptado al cine.


Fotos de los autores con algunos de los periodistas que les entrevistaron, en la catedral y en el pub Modus Vivendi.





Nicolás Casariego, Alejandro Macias de Localia y Pedro Zarraluki









Pedro Zarraluki, Ramón Castro de Onda Cero y Nicolás Casariego









Nicolás Casariego en la catedral











Pedro Zarraluki en la catedral








Nicolás Casariego, yo y Pedro Zarraluki
Pedro Zarraluki y Nicolás Casariego

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