lunes, 25 de mayo de 2009

Ángeles de Irisarri: Romance de Ciego


25 de abril de 2005


Romance de Ciego, Premio de Novela Histórica Alfonso X el Sabio 2005

A finales del siglo XIX, la acaudalada e influyente familia Arriazu vive los cambios sociales que se producen en España con el advenimiento y generalización del ferrocarril, del teléfono, la luz eléctrica, el cine y el automóvil. Los señores aceptan gustosos el progreso que la llegada de los nuevos inventos supone para la vida cotidiana, pero sus criados recelan de la utilidad de semejantes novedades.

Sinopsis
Las protagonistas de esta novela conducen el hilo de la narración y son ellas las que marcan la dirección, el peso de los acontecimientos y las que se atreven a cambiar las situaciones. En una palabra, son ellas las que desean forjar su propio futuro, aunque no siempre lo consiguen… Porque la vida es como es, y la suerte o la desgracia la dirige a su antojo y, en consecuencia, no pueden escapar al destino que las enreda, a todas, en su madeja.
En este nuevo mundo recién nacido, que preludia el siglo XX, tanto las mujeres de casa Arriazu como las que habitan fuera de ella aman, sueñan, odian, lloran, sufren, ríen, bailan, leen y se divierten, tomando parte activa en el pequeño universo que le ha tocado vivir, cada una con sus desvelos, tristezas, alegrías, secretos, pecados y pecadillos.


Ángeles de Irisarri (Zaragoza 1947) es licenciada en filosofía y Letras. Ejerció de profesora de instituto y de archivera y trabajó en una agencia de publicidad como jefe de medios y administradora. Ha publicado numerosos libros de enorme éxito, entre los que cabe destacar; El estrellero de San Juan de la Peña, Lisa-Gioconda y otros cuentos, El año de la inmortalidad, Trece días de invierno y otros cuentos, Ermesenda, condesa de Barcelona, Siete cuentos históricos y siete que no lo son, diez relatos de Goya y su tiempo, El viaje de la reina, Moras y cristianas (coautora), 10 relatos históricos (coautora), Las damas del fin del mundo, La cajita de lágrimas, La reina Urraca, Historias de brujas medievales, América y la Trilogía de Isabel, la reina (Las hijas de la luna roja, El tiempo de la siembra y El Sabor de las cerezas).
Ha recibido varios premios: Isabel de Portugal de narrativa breve (1992 y 1994), Femenino Singular de novela (1994), Baltasar Gracián de narrativa (1996), Búho de la Asociación de Amigos del Libro (1996), Sabina de Oro (2002) y varios premios de cuento. Colabora en periódicos y en publicaciones conjuntas. Su obra ha sido traducida a varios idiomas.

La editorial Martínez Roca me encomendó la tarea de recoger a la escritora Ángeles de Irisarri y a los periodistas que venían de Zaragoza y Sevilla en la estación madrileña de Atocha, donde nos esperaba un autocar que nos llevaría a Toledo en donde iba a tener lugar la fiesta del Premio de Novela Histórica Alfonso X el Sabio.
Estuve con Ángeles todo el día en ningún momento sospeché que ella iba a ser la ganadora del premio. Cuando la vi en la tarima con el galardón en la mano me alegré mucho por ella.
Aquella jornada que remató de una manera tan especial para ella la recordamos con alegría cada vez que nos vemos.


Ángeles de Irisarri, yo y el escritor Antón Castro.

Pablo Álvarez, Ángeles de Irisarri y Yolanda Alba




ENTREVISTAS

Faro de Vigo: Carmen Villar
Titular: “La historia se sigue tergiversando”

La autora confesó en Santiago que escribe novela histórica “por necesidad”

Hablar de Ángeles de Irisarri es hablar de novela histórica. Esta escritora zaragozana aprovecha su formación humanística para echar la mirada hacia atrás y, de paso, hacerse con un premio. Como el que llevó “Romance de ciego” (Premio Alfonso X de Novela Histórica), que presentó en Santiago. Esta epopeya familiar cobija la crónica de los cruciales años que vivió España entre 1886-1907.
- ¿A qué se debe su preferencia por al novela histórica?
- Ahora me encanta, aunque empecé a escribir novela histórica por necesidad, porque la novela actual que escribía no me la querían en ninguna editorial. De hecho, los libros que escribí que no fuesen novela histórica, sólo tengo uno publicado. Y como estaba de moda la novela histórica, me puse a ello y tuve suerte.
- ¿le costaría escribir una novela de hoy en día?
- No sé si me costaría, pero desde luego me daría miedo.
- El trabajo de documentación de este tipo de relatos será muy exhaustivo…
- Hay que estudiar mucha historia, muchos documentos. En este caso, por ejemplo existe ya mucha prensa escrita que hay que revisar.
- La prensa, ¿era más subjetiva entonces?
- La había más o menos objetiva, pero con una diferencia: corría menos dinero entonces.
- ¿Qué opinión tiene de los historiadores?
- La falta de objetividad ha sido una constante histórica, pero en los años 40 apareció una generación de historiadores que en vez de copiar al cronista anterior, empezó a investigar y les salió una historia muy buena y muy rigurosa científicamente hablando. Pero, por supuesto, la historia se sigue tergiversando, por ideologías.
- Para narrar el tránsito de siglo escogió una familia muy adinerada. ¿Alguna razón?
- Si hubiera cogido una pobre, me habrían dicho que es como “Fortunata y Jacinta”.
- El papel de las mujeres es fundamental en esta obra, pero no podían ni votar…
- Hay mucho que hablar de las mujeres y se ha hablado muy poco. Las mujeres hemos tenido derechos desde hace 25 años, con esta Constitución.
- A pesar de ello parecen que llevan las riendas…
- Es que la mujer ha sido la mitad de la humanidad y ha tenido un gran protagonismo. No ha ido a la guerra, pero ¿quién estaba en el castillo cuando el señor iba a las cruzadas? Falta mucho por decir en la vida cotidiana de las mujeres, que es la novela más importante. Y una novela sin vida cotidiana, qué es eso…
- Lo de “romance de ciego”, ¿es un homenaje a esos viejos contadores de historias?
- Mi ciego es un hombre muy fabulador. En todas las esquinas había uno cantando sus historias, pero su truculencia no era para señoritas. Entonces las clases sociales estaban muy separadas, no como ahora, y estos ciegos no estaban bien considerados ni muchísimo menos.
- Y los escritores, ¿están bien considerados?
- La cosa ha mejorado mucho.

Carmen Villar y Ángeles de Irisarri




Galicia Hoxe: Cristina Domínguez
Maré
Titular: “Como un ‘Romance de Ciego’ En 21 das súas novelas as mulleres son sempre as protagonistas, porque “aínda queda moito por escribir delas”

Século XIX. Zaragoza. Chegan o cine, o ferrocarril o teléfono e comeza a loita de clases. Unha familia de alto estatus social enfróntase a unha sociedade de cambios. E como se dun Romance de ciego se tratase, Ángeles de Irisarri regresa coa súa vigésima segunda obra, que onte presentou en Santiago de Compostela como ganadora do premio de novela histórica Alfonso X El Sabio.
“Dunha noite de insomnio, despois de levar meses buscando un argumento, todos os personaxes chamaron á miña porta” afirma a autora, quen hembra a orixe desta obra. Aí comezou unha viaxe polo século XIX principio do XX, unha época na que por primeira vez a autora se introduce seguindo o estilo “das novelas de Victor Hugo ou Galdós”.
A acaudalada e influente familia Arriazu vive os cambios sociais e tecnológicos que se dan en España nesta época ante o asombro dos criados, que desconfían dos novos aparellos, Olimpia a muller do banqueiro, leva años intentando quedar embarazadavisita todos os días a virxe do Pilara ata que a casualidade ou non, fai que un mendigo lle entregue unha nena, Cósima, o seu sono cómprese, pero a historia repítese, todo volve a empezar, porque é “unha novela en círculo” admite a autora, quen anuncia que “está sen pechar e que ao mellor continúa, na praza de Constitución 3, onde viviu a miña nai en Zaragoza”. E quizais, relata, “a señorita Cósima saia do seu piso e se tope cunha linda nena, que será a miña nai, e logo ata podería ser eu” recoñece de Irisarri, quen di que “non sería a primeira vez que saio nunha novela” como se fose Hitchcock da literatura.
Unha vez máis na literatura de Ángeles de Irisarri os protagonistas son mulleres, porque aínda que non distingue entre “literatura feminina e masculina” explica, que “co pouco que se falou das mulleres” ó longo da historia “aínda queda mmoito por escribir delas”.
“Inda que eu estudie historia”, para documentar esta época “tiven que estudar moitísimo”, investiguei “nas máis de 50 publicacións periodísticas que había naquel momento en Zaragoza, entre sornáis, semanarios e revistas”. Comenta. Había que pór datas e datos sobre a cegada da luz eléctrica á cidade, do cine, do teléfono e do automóvil. Pero ángeles de Irisarri tamén deixa espazo para a vida cultural, moi frecuentada polas clases altas, que ían ver teatro zarzuelas tan coñecidas como La vebena de la paloma ou a revista con varietés como la pulga, que provocou un gran escandalo.

ACTUALIDADE
Estilo Cervantes, deleitar aproveitando

En canto a súa visión actual do estado da literatura, Ángleles de Irisarri cree que “cada vez está mellor” porque “a lectura subiu dun 46 a un 52 por cento” comenta. Aínda que non comparte o gusto polas novelas que máis se estan vendendo agora como “os códigos”, cre que se son capaces de vender “millóns de libros, benditas sexan”.
Entregada á novela histórica, recoñece que “lle gusta facer novelas amables para que o lector se entreteña, ó estilo de Cervantes, deleitar aproveitando”. E agora, despois de 22 novelas, aínda que afirma que xa “empeza a ter lectores masculinos” cando empezou a telos, “os primeiros que creron en mi foron mulleres”.

Ángeles de Irisarri y Cristina Domínguez


La Voz de Galicia: Concha Pino
En dos minutos
Titular: “La ganadora del premio Alfonso X El Sabio cree que el auge de este género se debe a que no se estudia el pasado y la gente quiere saber cosas y recordarlas.”

La escritora Ángeles de Irisarri obtuvo el premio de novela histórica Alfonso X El Sabio por Romance de ciego, una historia de finales del XIX que recrea el ambiente de cambios sociales, económicos y políticos a través de las vicisitudes de una familia adinerada, en un ir y venir entre los de arriba y los de abajo, ricos y pobres.
- ¿Es una historia de amos y criados?
- Gira en torno a una familia burguesa y, lógicamente, entran sus criados. Pero sin enfrentamientos, al revés, porque son gente de la casa y los señores los quieren y hasta los ayudan. Y claro, las noticias van de la cocina al comedor y del comedor a la cocina. La verdad es que me lo he pasado muy bien escribiéndola.
- ¿A qué atribuye la vigencia de la novela histórica?
- Empecé a escribir novela histórica después de muchos problemas para publicar la primera que no lo era. Ya estaba de moda hace veinte años. Y yo voy por la número veintidós. La razón por la que gusta no la sé, pero quizá sea porque como la historia no se estudia, la gente quiere saber del pasado, o recordar, no sé.
- ¿No será porque la verdad histórica está en lo cotidiano, en la intrahistoria?
- Mis novelas se desarrollan esencialmente en la vida cotidiana. Muchos lectores me dicen que leyéndolas es como si miraran por la ventana.
- ¿También con personajes como Isabel la Católica?
- Sí, porque los sitúo en su vida. Y si es la Corte, ésta aparece con todo su esplendor y toda su miseria.
- ¿Es más complicada la fase de documentación?
- Es dura. Esta novela me costó dos años y medio, en parte porque esta época no la había tocado, y porque hay más documentación que en otras. Los grandes hechos no llegan para escribir una novela como esta, y creo que he acertado eligiendo la etapa.

“Vivimos una edad de oro inimaginable hace treinta años”

La novelista que se define como un ave de rapiña cuando busca datos para sus novelas, asegura que, salvo en lo moral, las cosas no han cambiado mucho con respecto al siglo XIX.
-¿Qué resaltaría de ese período?
- Destacaría los grandes inventos, de los que nos beneficiamos más ahora todo el mundo, cosa que no sucedía para la mayoría entonces. Es nuestro precedente inmediato, y es posible que por eso la novela resulte más cercana.
- ¿Es más comprometida para ficcionar?
- También. Trato de ser fiel a la historia de las mentalidades, pero cada libro es un mundo distinto. Busco un hecho que me guste, en el que mis personajes se puedan manejar.
- ¿Recuperaría algo?
- Creo que estamos viviendo una edad de oro inimaginable hace treinta años. Hay ricos muy ricos, pero las clases sociales se han igualado. No creo que haya que recuperar nada.

Ángeles de Irisarri y Concha Pino


Fotos de la escritora con algunos de los periodistas que la entrevistaron.

Antonio Soto de AGN y Ángeles de Irisarri








Ángeles de Irisarri y Pemón Bouzas de Televisión de Galicia




Ángeles de Irisarri y Alejandro Macias de Localia

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