13 DE DICIEMBRE DE
2006
XXXVIII PREMIO DE NOVELA ATENEO DE SEVILLA
Poco después de la caída del
Muro de Berlín, unos amigos celebran una fiesta que parece no acabar nunca.
Ilse, Fátima, Werner y Ulrich pertenecen a la generación Erasmus, que en los
años noventa vive el sueño idílico de un mundo que ha abolido las fronteras y
la lucha de clases. Se aman, se odian, y alguien muere. Un crimen —o un
accidente— que nunca será aclarado.
Aquella celebración
interminable pronto acaba en tragedia, y a partir de entonces ya nada será
igual. Quince años más tarde se han levantado otros muros más altos, e Ilse
regresa al lugar donde todo sucedió para intentar averiguar qué pasó realmente.
¿Pero acaso existe la verdad en un mundo construido sobre mentiras? ¿Todo ha
sido como lo recordamos? ¿En realidad somos quienes creemos ser?
El otoño alemán es una
historia de amor, celos y tortura psicológica. Pero también es una alegoría de
la Europa del último siglo, y un conmovedor relato sobre la pérdida de la
inocencia y el final de la juventud.
Una novela de detectives donde
el verdadero detective es el lector: el único que puede descubrir por qué la indiferencia
es la peor forma de crueldad. Con ella, Eugenia Rico obtuvo el XXXVIII Premio
Ateneo de Sevilla, que la confirma como una de las voces más destacadas de la
reciente literatura española.
*
Eugenia Rico, asturiana,
Licenciada en Derecho y Relaciones Internacionales, estudió Arte Dramático y
Guión de Cine, pero lo dejó todo por la literatura.
Publicó su primer cuento a los
once años, ganó numerosos concursos de relato y poesía, y viajó por Argentina y
la India hasta que su primera novela, los amantes tristes, traducida a seis
idiomas le granjeo el apoyo unánime de la crítica. Con la muerte blanca ganó el
premio Azorín 2992, elegida por El Cultural de El Mundo, la revista Leer y el Periódico
de Catalunya entre las mejores novelas del año. La edad secreta fue finalista
del premio primavera 2004 y su ensayo En el país delas vacas sin ojos mereció
el Premio Espiritualidad 2005. Con El otoño alemán acaba de obtener el XXXVIII
Premio Ateneo de Sevilla.
PRENSA
Faro de
Vigo y La Opinión Coruña: Carmen Villar
16 de diciembre de 2006
Eugenia Rico, escritora
"Europa es una isla rodeada
de pateras y está en peligro"
"Viajar es como escribir y
leer. Es la manera más fácil de gozar y sufrir mucho en un corto espacio de
tiempo. La manera complicada es el amor".
La asturiana presentó
recientemente en Santiago su novela "El otoño alemán".
Eugenia Rico con Carmen Villar de Faro de Vigo |
Eugenia Rico escribe en castellano
porque es asturiana, pero casi puede considerarse patrimonio de las letras
gallegas por su ascendencia. La premiada autora (Azorín, 2002; Primavera, 2004;
Espiritualidad, 2005) acaba de sumar un nuevo galardón con el XXXVIII Ateneo de
Sevilla. Recientemente presentó en Santiago la novela culpable: El otoño
alemán.
-¿En toda historia tiene que
haber un asesino, una víctima y un detective, como dice al principio?
-Sí, pero en algunas historias
como en esta el detective eres tú.
-¿Viajar es lo único que prolonga
la vida?
-Viajar es como escribir y leer.
La manera más fácil de gozar y sufrir mucho en un corto espacio de tiempo. La
manera complicada es el amor.
-Dice que si no se conoce la
lengua de un pueblo, no se puede conocer a ese pueblo. ¿Qué tal le va con el
gallego?
-Eu falo galego. Non moito ben,
porque cando era pequena pegábanme. Chamábanme "a galega". Pero non
falo galego normalizado. Mi madre es gallega, mi abuelo también y mi padre,
como si fuera gallego. Eu xa viña a Santiago facendo o Camiño co meu pai de
pequena.
-¿”El origen es uno de los muchos
nombres del fin"?
-El origen es el más mentiroso de
los nombres del fin.
-Los ricos, dice su protagonista,
tienen mejor carácter que los pobres... porque no tienen que competir en la
piscina cuando son niños...
-Claro, porque están solos en la
gran piscina y cuando salen del agua, sonríen.
-Y ella dice que también son más
guapos...
-Porque durante siglos se han
casado siempre con las más guapas. Y si no lo son, tienen el tiempo y el dinero
para hacerse todos los tratamientos.
-¿”Dime dónde vives y te diré
quién eres"?
-No. Dime a quién quieres y te
diré quién eres.
-¿Comparte eso de que no hay
personas insensibles, sólo personas que no tienen imaginación?
-Sí hay personas insensibles,
pero creo que la mayor parte de las personas es porque no se lo imaginan. Es
más fácil conmoverse por un perro que se muere a tu puerta que por un niño que
se muere a kilómetros de distancia. Hay personas insensibles, pero la inmensa
mayoría sólo carecemos de imaginación
-Elegir, ¿es el gran poder que da
el dinero?
-Sí, lo que pasa es que a veces
la elección es una condena. Condenados a la libertad.
-Dice que crecer es aprender a
luchar por lo que tienes y no sólo por lo que no tienes...
-Crecer es aprender a valorar lo
que tienes, no sólo soñar con lo que no tienes, pero crecer no debería ser
dejar de soñar.
-En cierto momento habla de que
los opresores y los oprimidos se mantendrán a lo largo de la historia...
-Es un poco lo de la Biblia
cuando Jesús dice que siempre habrá pobres. Aquí la abuela dice que los
verdugos tendrán otro nombre, pero serán los mismos; que las víctimas
cambiarán, pero los verdugos serán los mismos. Los verdugos son aquellos que no
son capaces de padecer con el otro, que no son sensibles. Porque la crueldad en
el fondo es no tener la capacidad de empatía, no poder sentir lo que siente el
otro, y por eso son así, por eso son verdugos.
-Describe a Europa como un hombre
gordo y en peligro.
-Europa es una isla rodeada de
pateras. Y está en peligro, como todos los que son inconscientes.
-¿De verdad la vida es sólo una
tregua?
-La vida es una tregua entre dos
vacíos, por no ser más dura...
-¿Prefiere a la gente que brilla
o a la gente con buen corazón, como Fátima?
-Yo prefiero a la gente con buen
corazón. Yo creo que hubo un prestigio de la maldad y que ahora tiene que haber
un prestigio de la bondad.
*
El Correo
Gallego: Xurxo Fernández
Lunes 18 de diciembre de 2006
LA ROSA DE LOS VIENTOS
Henry Miller y los lindes del
cortejo
Contaba Beatriz de Moura que su
famosa colección La sonrisa vertical (un adelanto cualitativo en la edición
española a partir del año 1977) constaba de libros para leer con una sola mano.
Ahí se publicaron joyas como Historia del Ojo de Georges Bataille o el sórdido
Yo necesito amor de Klaus Kinski.
Poco antes, cuatro narradores
habían librado batalla en ese mismo orden de cosas. Uno era francés y se
llamaba Boris Vian. Los otros tres eran americanos. Uno de ellos formaba parte
de la generación Beat y decía que el lenguaje es un virus venido del espacio
exterior. Era William Burroughs. Los otros dos restantes procedían de diversos
entornos, todos ellos limítrofes con la contracultura. Eran Charles Bukovski y
Henry Valentine Miller.
Éste último era un verdadero
esteta. Es cierto que sería conocido por libros como Sexus, Nexus y Plexus, o
por Trópico de Capricornio, todos ellos pletóricos de elementos sensoriales
próximos a la pornografía. Sin embargo, su extraordinario La sonrisa al pie de
la escalera (1948) daría paso a una nueva y rotunda visión lírica que cambiaría
el curso de la narrativa universal a mediados del XX.
La Editorial Galaxia ha tenido el
buen gusto de traducir una de las obras cruciales de Miller. Es Trópico de
Cáncer. La labor, excelente, ha corrido a cargo de Xurxo Borrazás, un admirable
polígrafo gallego de nuestra época. Se ha incluido el famoso prólogo de Anaïs
Nin, y se respeta una cita inicial de Ralph Waldo Emerson.
Repasar ahora esta cumbre
literaria en nuestro idioma es parecido a volver a vivir tórridos,
inextinguibles e imborrables amores de juventud.
Xurxo Fernández con Eugenia Rico |
Eugenia Rico ha ido
experimentando, desde aquel brillante y terrible La muerte blanca (en Planeta),
una evolución muy curiosa. Da la impresión de que las líneas maestras de su
narrativa están trazadas con la precisión de un rayo láser. He ahí esa
seguridad, esa serenidad casi hindú con que cuenta (ella es consciente de eso;
y les recomendaría leer El país de las vacas sin ojos, en MR). Pero el sentido
del detalle se ha multiplicado, y su propio colector sensible –esa antena
parabólica que poseen las almas nobles– capta matices que cualquier otro no
alcanzaría a ver.
Esta historia de intriga
europeísta, con material humano extraído de lo que da en llamarse la generación
Erasmus, tiene mucho, por su grandeza y su estilo solemne, por sus hábiles
hallazgos escénicos y la actuación de los personajes como corifeos, de tragedia
griega.
*NÉLIDA PIÑÓN. Volvió a aparecer
en nuestro país la gigantesca novelable. Esta vez, en la reunión del PEN Clube.
Bienvenida siempre, querida amiga
*
ABC:
Evaristo Amado
22/12/2006
«Hay historias que uno tiene que
contar antes de que desaparezcan»
Con raíces gallegas -«Mi madre es
gallega, de Lugo, como mi abuelo; soy de la parte de la «raia asturiana»»-, la
corta pero intensa trayectoria de Eugenia Rico la coloca a las puertas de
completar una tetralogía sobre la que subyacen los cuatro elementos. La última
entrega -el fuego-, tendrá una gran relación con A Fonsagrada. El auga se
esconde bajo «El otoño alemán»: «Es a la vez pregunta y respuesta, un espejo,
pero también puede ponerse turbia», explica.
-¿Por qué el otoño?
-La novela tiene lugar en tres
períodos diferentes de la Historia. En tres otoños. El primero es el de la
llamada «noche de los cristales rotos» en Alemania (gran progromo contra los
judíos alemanes, sus comercios y sinagogas acontecido en noviembre de 1938,
orquestado por el gobierno nazi). Una abuela intenta salvar a un amigo judío,
pero más tarde asume una culpa colectiva de todo el pueblo alemán.
No siendo nazi, se proclama
nacionalsocialista para soportar la culpa de aquellos que lo fueron. También
trata esa etapa sobre el milagro alemán de las mujeres, que soportaron el peso
de la sociedad en la guerra y la postguerra.
-¿Y el segundo y terceros?
-El segundo otoño es el de la
caída de Berlín: la primera vez que salimos de Europa a buscar un sueño. Es el
otoño de la generación Erasmus. Cuando aparece, en 1992, íbamos a comernos
Europa. Ahí empieza la historia principal. El tercero es un período donde el
protagonista revive su vida, intentando conquistar otra manera de ser feliz.
Averiguará que la muerte está en el centro de una tela de araña en torno a
Fátima, que en la novela es el Otro.
-Ha llegado a declarar
abiertamente que «El otoño alemán» se trata de una novela política. ¿Es una
afirmación peligrosa, al menos comercial e ideológicamente, en los tiempos que
corren?
-Sí, es una novela política, en
la que teñí de color la Historia en blanco y negro. Estamos en un mal momento
de literatura de «hit-light». Aunque asumo que ser valiente puede ser suicida.
Quiero contar cosas que están pasando más allá de la literatura de usar y tirar.
Como cuando en Galicia se levanta la niebla del valle.
-«Cuando muere un anciano es como
si muriera una biblioteca»...
-Es una frase que escuché a mi
padre, más tarde supe que no era de él... (sino de Hampate Ba, escritor de
Mali). Hay historias que tienes que contar antes de que desparezcan.
-¿Por qué ese canto tan encendido
a la generación Erasmus?
-Porque esa generación es la de
la utopía. El año Erasmus es el año del cambio, el del ciclo en el que
comienzas a perder el complejo de la infancia para ver de otra forma el mundo.
Quise escribir en un principio la novela en varios idiomas. Desistí, porque me
pareció imposible.
-¿Cuál es la situación de la
novela actual?
-No se pueden repetir fórmulas
manidas. Estamos en el momento de una generación nueva, que se siente como el
«foie gras» en el bocadillo.
-Una cierta visión de la historia
es lo que también ofrece su libro...
-La historia de todos los días,
la que no es como nos han contado. Los conflictos del pasado se está
repitiendo, como en la Guerra de los Balcanes. Europa vive el sueño alemán, es
una isla asediada por las pateras y acechada por los peligros de su propia
complacencia.
-La búsqueda de la felicidad es
el «leit-motiv» que apuntala el libro. ¿Qué descubre finalmente su
protagonista?
-Que en la única búsqueda de la
felicidad, a veces están a punto de ganar los buenos.
*
Galicia
Hoxe
Maré
A escritora retrata o soño
europeo en “El otoño alemán”, novela galardoada co Ateneno de Sevilla que
presentou onte en Santiago.
Os premios literarios xon para
Eugenia Rico “a única maneira de sobrevivir dos autores que escriben con
dignidade”, así o expresou onte a escritora asturiana que acaba de presentar en
Compostela El otoño alemán, XXXVIII Premio de novela Ateneo de Sevilla, e que
configura a primeira parte dunha tetraloxía coa que simboliza a auga como parte
dos catro elementos.
A crónica da historia de Europa
durante o século XX ata principios do XXI compílase en El otoño alemán a través
de varios amigos que pertencen á xeración Erasmus e que se ven envoltos nunc
rime. A novela “deixa de lado a emigración española en busca dun pedazo de pan”
para descubrir o momento no que “os españois nos aliamos a Europa” e
“emprendemos o soño europeo” manifesta a escritora. Igual que a imaxe de
portada a obra “mostra a historia das últimas décadas” en branco e negro, ó que
se lle engade “a cor das paixóns e dos sentimentos” subliña a galardoada co
Premio Primavera 2004.
Xestada hai quince anos e coa
experiencia d apropia autora como estudante Erasmus, El otoño alemán busca
“como todos los libros a felicidade” e deixa avista tras a caída do muro de
Berlín “os novos muros que se levantan moito máis altos, como os que separan os
ricos dos pobres”.
A conquista da felicidade, o
diferente, un crime ou paso do tempoe da mocidade son os elementos que van
tecendo a trama desta novela. Unha das protagonistas, Ilse “ten que descubrir
para poder seguir vivindo como sucede o crime” pero na obra “o único detective
é o lector” que segue a “investigación moral de como podemos ser felicies”
afirma a gañadora do Premio Azorín.
O tempo sempre presente na novela
“correo como a auga” que “se escapadas mans” duns personaxes cuxo obxectivo é
deter o tempo e reter a mocidade nun momento no que “cada vez a xuventude se
alonga máis” engade a escritora.
Da súa propia experiencia tamén
bebeu para crear o personaxe da avoa Gretraud, xa que Rico coñeceu as
protagonistas do milgre alemán, as viuvas dos represaliados que “reconstruiron
Alemaña”.
Con máis de catro galardóns ás
suas costas, a autora asturiana manifesta que “neste momento de marcadotecnia
total, no que gasta un millón de euros en promocións antes de que saia a
novela”, os premios “son a única forma de sobrevivir como escritor humana,
económicamente e tamén facer amigos lectoras” se o que queres é facer una
novela con dignidade, explica a edscritor, quen subliñou a importantcia de
recibir o Ateneo de Sevilla, o ser a terceira muller en recollelo tras 40
edicións.
*
AGN Axencia
Galega de Noticias: Anxa Correa
15/12/2006
Eurgenia Rico ambientará a súa
próxima novela en Galicia, segundo anunciou a AGN. A súa nova obra formará
parte dunha tetraloxía, da que forma parte tamén “El otoño alemán”, co que
acadou o Premio Atneno de Sevilla.
Mentres que “El otoño alemán” “es
agua”, explica a autora, a súa seguinte obra será “fuego”, una novela telúrica
da que non quixo adiantar máis nada debido a súa superstición.
A escritora, que viviu en Galicia
durante una época coa súa nai e o seu avó, ambos galegos, salientou do noroeste
penínsular a súa “humidade”, que fai que nazan aquí “quimeras como la Santa
Compaña”. “La humedad hace que te confundas con el medio”, precisou a autora de
“La muerte blanca”, ao tempo que indicou que o ambiente de néboa que se
dispersa se corresponde con “cómo debe transformarase la novela al final”.
Literatura
Rico cre que agora “no es
concebible” facer literatura na que o lector non sexa complice, aínda que hai
que “ogrecerlle algo diferente” A autora considérase “muy afortunada” pola súa
“suerte” cos premios literarios o expresou a súa satisfacción por ter
acadado o Ateneo de Sevilla, un premio
que no seu día distinguira a Caballero Bonal e a Juan Marsé.
Por outra banda, opina que existe
“mucho conservadurismo y misoginia”, así como “grandes impedimentos” para que
as xeracións máis novas cheguen ao público. Rico tamén criticou a
“mercadotecnia brutal” que se está dando na literatura española, e recoñeceu
que os premios literarios se teñen convertido na “única manera de sobrevivir”
nunha época na que todos somos “Un gran señor de la Edad Media” e na que “leer
es más provocador que fumarse un porro”.
“El otoño alemán”
En “El otoño alemán”, Eugenia
Rico parte da súa experiencia persoal como estudante con bolsa de Erasmus para
contar una historia de busca da felicidade e a nostalxia. A novela, cualificada
de “interactiva” pola propia autora, constitúe uha “alegoría de Europa”, na que
os personaxes “se aman, se odian y al final, se matan”. A obra intenta “poner
en color los frescos en blanco y negro de la Historia”.
Europa
Press: Rosa Ruiz
6-12-2006
La escritora asturiana Eugenia
Rico promocionará la próxima semana, el 13 de diciembre, en Santiago de
Compostela su última novela, que tiene que por título “El otoño alemán” y fue
la obra ganadora del XXXVIII Premio de Novela Ateneo de Sevilla 2006.
Editada por Algaida, “El otoño
alemán” es una historia de amor, celos y tortura psicológica, pero también es
una alegoría de la Europa del último siglo y un conmovedor relato sobre la
pérdida de la inocencia y el final de la juventud.
Se trata, según la editorial, de
una novela de detectives donde el verdadero detective es el lector: el único
que puede descubrir por qué la indiferencia es la peor forma de crueldad”. Con
esta obra, Eugenia Rico obtuvo el XXXVIII Premio Ateneo de Sevilla, que la
confirma como una de las voces más destacadas de la reciente literatura
española.
La trama de la novela parte de
poco después de la caída del Muro de Berlín, cuando unos amigos celebran una
fiesta que parece no acabar nunca. Ilse, Fátima, Werner, Ulrich pertenecen a la
generación Erasmus, que en los años noventa vive el sueño idílico de un mundo
que ha abolido las fronteras y la lucha de clases. Se aman, se odia, y alguien
muere.
Un crimen o un accidente que
nunca será aclarado marca el final de aquella celebración interminable y a
partir de entonces ya nada será igual. Quince años más tarde se han levantado
otro muros más altos Ilse regresa al lugar donde todo sucedió para intentar
averiguar que pasó realmente.